FENG SHUI Y ESPIRITUALIDAD

En su forma más elevada y pura, un buen feng shui significa una alineación perfecta entre el mundo interior y el exterior”. Lada Ray.

La Energía Vital Universal (chi, ki, prana) circula en el cuerpo a través de los canales energéticos. El diagnóstico, tratamiento y prevención del desequilibrio entre la energía yin y yang a través del “chi” o energía vital universal ayuda a restablecer y mantener una buena salud para un profundo bienestar integral.

Los dos lados del símbolo yin-yang representan dos energías opuestas que se unen para crear el equilibrio perfecto entre sí: Blanco y negro, noche y día, masculino y femenino, lento y rápido… La mezcla de los dos hace posible la vida y nos permite darnos cuenta de lo que necesitamos para sentirnos en verdadero equilibrio.

Cuando los dos fluyen, nuestro estado físico y emocional está sincronizado; pero si ese equilibrio se resienta puede tener un impacto negativo en nosotros. Para asegurarnos de que el yin y yang permanecen en equilibrio, tenemos que identificar los desequilibrios y contrarrestarlos.

Yin-yang es un principio filosófico, religioso y espiritual que explica la existencia de dos fuerzas opuestas, pero complementarias, que son esenciales en el universo:

• El yin, asociado a lo femenino, la oscuridad, la pasividad y la tierra.

La quietud y el frío.

• Y el yang, vinculado a lo masculino, la luz, lo activo y el cielo.

La inquietud y el calor.

Según estos principios filosóficos, ambas energías son necesarias para mantener el equilibrio universal. La escuela del yin-yang surgió en China entre los años 770 y 221 a. C. El taoísmo -que surgió en ese mismo período- absorbió los principios de la escuela del yin-yang para plantear que todo lo que existe tiene un opuesto que es necesario para la existencia. No existe lo inmutable, lo estático, sino que todo está cambiando continuamente, en un fluir infinito, armónico y equilibrado por las fuerzas del yin y el yang.

La teoría del yin y el yang sostiene que todo en el universo contiene dos fuerzas opuestas: el yin y el yang. Los antiguos chinos utilizaron este principio para explicar las leyes del cambio del movimiento de las cosas en el universo. El yin y el yang son dos corrientes opuestas integradas en la unidad de cada cosa. Según la medicina tradicional china cuando en el cuerpo de una persona aparecen el desequilibrio y la falta de armonía entre yin y yan, se manifiesta la enfermedad.

Desde la perspectiva de seres que nacimos y vivimos dentro de la órbita del mundo occidental, tendemos a infravalorar conceptos, conocimientos y sabidurías que proceden de la cultura oriental. No obstante, todos hemos escuchado la expresión Feng Shui, incluso hemos aplicado algunos aspectos de esta maravillosa filosofía esencial de vida.

Nunca debemos de olvidar las tres reglas de oro del Feng Shui: Orden, limpieza y desapego.

El yin y el yang es uno de los puntos más importantes del Feng Shui. Ambas energías dependen una de la otra y juntas representan el maravilloso y no debidamente explicado camino o sendero de Tao.

Si todo fuera totalmente yang o yin nos encontraríamos con que no habría color, no existiría el día y la noche, el bien sin la existencia del mal, la alegría sin la existencia de la tristeza, la abundancia sin la existencia de la carencia, la salud sin la existencia de la enfermedad; es decir, no existiría el cambio, la transformación, lo que limitaría la creatividad del propio universo.

Para que podamos sentirnos en equilibrio deben estar presentes ambas energías, lo que posibilitará que exista una sana armonía en tu existencia. Por fortuna, existe abundante información sobre la maravillosa realidad del Feng Shui: cursos, talleres, videos, libros…Es muy positivo adentrarse en su conocimiento (sabiduría).