ESENCIA DE JESUS DE NAZARET, EL CRISTO

ESENCIA DE JESÚS DE NAZARET, EL CRISTO

Por Federico A. Sánchez. Dr. en filosofía, teólogo, presidente de la Academia Española de la Espiritualidad.

Hoy día, podemos afirmar, con rotundidad, que existe un Jesús de la historia y un Cristo de la fe. Cuando hablamos acerca de la fe, no estamos realizando un ejercicio de alejamiento de la razón, de la praxis diaria. La fe, tal como la enseñó Jesús de Nazaret es vivencia, experiencia, camino recorrido, sabiduría que procede de una realidad diferente a la que podemos aprehender con nuestros cinco sentidos, pero que sentimos en lo más profundo de nuestro interior con autenticidad.

Todavía, a estas alturas históricas de la humanidad, tenemos que recordar que la Biblia no es un libro de historia: es un libro histórico. Un libro para la fe. Es cierto que existe una diferencia cualitativa -me atrevería a decir que cuántica- entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, entre el pasado y el presente-futuro de la comunicación entre Dios y los humanos. Ese cambio radical viene de la mano de un ser excepcional: Jesús de Nazaret, El Cristo; sin él, la historia difícilmente sería la misma que hoy conocemos y vivimos.

Hay que diferenciar entre:

Jesús: hombre de carne y hueso; mortal en la materia.

Cristo: Fuerza, energía, vibración; inmortal en espíritu.

Por esta razón, cuando se unen ambas expresiones, nos encontramos ante Jesucristo. Se comete un lamentable error cuando se habla de Jesús sin considerar su esencia vibratoria superior, haciendo referencia al lado humano, solamente humano de su realidad.

Jesús, es Cristo, “La Luz de Dios”

que viene del Padre y, directamente, a El regresa al cumplir su misión en el mundo terrenal. Cristo es mucho más que un enviado, iniciado, maestro o avatar…Da testimonio de una realidad diferente, de una vida absolutamente distinta a la que conocemos o experimentamos, sometida al ciclo de la vida y de la muerte. Y da testimonio de primera mano por que sabe de lo que está hablando: es un ser espiritual venido del mundo espiritual.

Es significativo destacar que Cristo inició rápidamente su magisterio ante el pueblo…Si, entre los más desfavorecidos, los más desposeídos; no ante los sumos sacerdotes o la realeza. Son las personas sencillas a las que lleva el mensaje de la “Buena Nueva”, a la que Dios quiere llegar antes. Jesús les habló de AMOR, del Amor de Dios hacia ellos y de la entrada al “Reino de los Cielos”, marcando la hoja de ruta a través de las buenas acciones realizadas y de la fe inquebrantable, que nace de la seguridad de “sabernos sostenidos” por el Espíritu.