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CONEXIÓN ESPIRITUAL. ESPERANZA FRENTE A CRISIS

La esperanza es esencial para poder estar en sintonía con la vida. Frente a la crisis, a esta crisis que nos viene impuesta desde el exterior, nada mejor que la fuerza interior. La Espiritualidad es auténtica, verdadera y eficaz fuente de crecimiento, autoestima y realización personal.

ESPIRITUALIDAD

Academia Española de la Espiritualidad

Es tiempo de dificultades. Cierto, pero hay algo que no debemos olvidar y en estos momentos, si cave, aún menos: las crisis son oportunidades maravillosas para crecer y experimentar toda la fuerza que llevamos en el interior.

Debemos afrontar de diferentes maneras situaciones que hemos de superar; la elección es posible, y la actitud es fundamental. Habitualmente olvidamos la fuerza que llevamos en nuestro ser; pensamos en las adversidades como fatalidades que el destino presenta para amargarnos la existencia…No siempre es así.

La esperanza es esencial para poder estar en sintonía con la vida, con las vivencias del día a día, con las diferentes pruebas que deberemos sortear a lo largo de nuestra dilatada vida. Sin esperanza casi nada es posible…Esperanza para mejorar; esperanza para desarrollar nuevas posibilidades; esperanza para sentir que es posible cambiar, transformarnos en otro ser con mayor calidad humana. Esperanza, si, esperanza.

Frente a la crisis, a esta crisis que nos viene impuesta desde el exterior, nada mejor que la fuerza interior, la calidad de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones nos ayudarán a levantar un auténtico castillo que sea inexpugnable ante las adversidades de una coyuntura internacional que pretende asfixiarnos en una cadena de sinsentidos y despropósitos. Ante la crisis material…fortaleza espiritual. Frente a la crisis de bienes de consumo…nivel de consciencia… para que la vida se regenere con generosidad y esplendor, sana actitud y paz interior.

Cuando existe crisis de valores se plantean situaciones complicadas. En estos precisos instantes, a nivel global del planeta hay una crisis generalizada de consciencia, de evolución y salto cualitativo importante. ¿Estamos dispuestos a realizarlo? ¿Somos conscientes de ello? Es cierto que el miedo es un arma letal si no sabemos manejarlo con sentido de utilidad. En estos momentos el miedo hace acto de presencia a nivel colectivo…Situaciones de pánico pueden ser promovidas desde estratos ajenos a nuestro discernimiento… ¡Hay que estar despiertos y tener nuestras defensas pletóricas de energía y vitalidad!

Cada momento es único. Vivir es algo maravilloso…Sentir la frescura de un nuevo día que baña con su radiante y poderosa vitalidad nuestro rostro…Experimentar que la calidad de vida y el bienestar emocional es posible… es espiritualidad…la mejor terapia para alejar y vencer a cualquier tipo de crisis.

Es preciso crear un espacio para la calma, el sosiego y la armonía interior… Donde logremos detener el tiempo, no exista el miedo, ni las preocupaciones vitales, ni ataduras que nos impiden crecer y ser felices en nuestro día a día…Vivir el presente…desde el presente…Así lograremos una auténtica liberación…en tiempo presente. Hay que recordar que la Felicidad y la Prosperidad son realidades que podemos construir, no meras quimeras o fantasías de nuestra mente o situaciones externas. Es preciso SENTIR Y SER.

La Espiritualidad no es Religión, aunque durante tantos siglos se intentara unir lo que no es de naturaleza afín. La Espiritualidad es auténtica, verdadera y eficaz fuente de crecimiento, autoestima y realización personal…más allá de ideologías, credos o morales partidistas… La apuesta consiste en ser uno mismo, desarrollarnos y crecer personalmente, obviando tanto fatalismo que parece querer abocarnos a un sinsentido. Siempre hay tiempo para la Esperanza…ahora mismo…en este instante.

El Ser Humano tiene necesidades. Necesidades que deben ser cubiertas día a día. La necesidad de alimentarse, la necesidad de vestirse, de tener un techo… necesidades biológicas, relacionadas con la supervivencia y que son esenciales a nuestra especie. Además, existen otras realidades que poseen similar importancia a las anteriores y que, generalmente, solemos prestarles menor importancia: el bienestar emocional (pensamientos, sentimientos, emociones...) que es sinónimo de salud integral. Todo lo anterior, sumado, equivaldría a disfrutar de una calidad de vida correcta, adecuada y equilibrada. ¿No es así? ¿Sería suficiente?

El Ser Humano es un ser complejo, en permanente estado de movimiento y cambio. La realidad racional no es tan simple como aparentemente se presenta. Sentir y experimentar es una constante a nuestra especie. Tener conciencia (palabra favorita en la Era de Acuario en la que estamos inmersos) es ser responsables de diferentes opciones, saber elegir entre un abanico de posibilidades; si, sólo tiene sentido emplear el concepto conciencia si lo referimos al conocimiento externo e interno (importante que recordemos esto último) de la realidad circundante al Ser Humano.

La Conexión Espiritual es un método de conocimiento, un camino de recorrido y experiencia y un desarrollo y crecimiento personal. Por fortuna para nosotros, tenemos muchas claves de conocimiento y sabiduría que podemos emplear en estos momentos de crisis. Si, una crisis que es reflejo interior que se manifiesta en el exterior; hay que vivir respetando el entorno, el planeta, Gaia, nuestra madre. Posibilitando el correcto uso de las materias primas; siendo conscientes de la verdadera fuerza interior.

La ignorancia no es otra cosa que falta de conocimiento; cuando tenemos auténtico conocimiento, poseemos las llaves de la liberación del miedo, ofuscación, dolor y sufrimiento que nos perturban e impiden desarrollarnos, apresándonos con las gruesas cadenas de lo perecedero, temporal y finito de la vida. Citando las palabras de Buda (el Iluminado):

Todos los estados perjudiciales tienen sus raíces en la ignorancia y convergen en la ignorancia; al abolir la ignorancia, todos los demás estados perjudiciales serán también abolidos”

Desde la espiritualidad podemos romper esas cadenas de lo cotidiano y existencial, de lo efímero y minúsculo que nos separa de la realidad plena de nuestro ser. Nuestra consciencia es una herramienta maravillosa que nos permite crecer, ampliando y expandiendo los límites espaciotemporales, para conectar con la esencia que llevamos en lo más profundo de nuestro interior

Todos (hombres y mujeres) podemos…si queremos…al menos intentarlo. Hay que estar abiertos a la vida, con la inteligencia necesaria para poder despertar ante la situación actual que nos plantean y que, desde luego, no es irreversible.


Para finalizar, citar las certeras palabras de K. Gibran: ” Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”.